El truco mágico para limpiar el horno muy sucio (¡sin esfuerzo ni químicos!)
El horno es una de las tareas domésticas que más pereza nos da. Es normal que la grasa y la suciedad se vayan acumulando, creando una capa negra e incrustada que parece imposible de eliminar. Si tu horno está pidiendo a gritos una limpieza profunda, ¡has llegado al lugar correcto!
En consejosdelhogar.com somos defensores de la limpieza ecológica y, una vez más, la pareja de baile perfecta –el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco– viene a salvarnos. Con este método, conseguirás limpiar un horno muy sucio sin frotar con furia y sin exponer a tu familia a vapores químicos fuertes.
Ingredientes para dejar el horno como nuevo
Olvídate de esos productos de limpieza industriales que huelen fatal. Esto es todo lo que necesitas:
- Media taza de bicarbonato de sodio.
- Tres cucharadas de agua (para crear una pasta).
- Dos cucharadas de vinagre blanco (el de limpieza).
- Un pulverizador (spray) con vinagre blanco y un poco de agua.
- Guantes de goma y un estropajo suave.
Cómo preparar la «Poción Limpiadora»
Para limpiar el horno muy sucio, primero vamos a crear una pasta de limpieza potente:
- En un bol, mezcla la media taza de bicarbonato de sodio con las tres cucharadas de agua.
- Remueve bien hasta que obtengas una pasta espesa, similar a una crema. Si ves que está demasiado líquida, añade una pizca más de bicarbonato.
- Añade las dos cucharadas de vinagre a la mezcla. Esto potenciará su efecto desengrasante.
Método para la grasa incrustada (Paso a paso)
Este método funciona mejor si se deja actuar durante la noche.
Paso 1: Desmontar Saca las rejillas y bandejas del horno. Estas las vamos a limpiar aparte.
Paso 2: Aplicar la pasta Ponte los guantes. Con ayuda de una espátula de goma o con tus propias manos, cubre todas las superficies internas del horno con la pasta de bicarbonato y vinagre. Céntrate especialmente en las áreas con más grasa incrustada.
- Dato clave: La pasta se volverá marrón o gris a medida que absorba la suciedad.
Paso 3: Esperar (La magia del tiempo) Cierra la puerta del horno y deja que la pasta actúe durante un mínimo de 6 horas, o idealmente, toda la noche. El bicarbonato necesita tiempo para ablandar y disolver la grasa seca.
Paso 4: Limpiar con vinagre (El toque final) A la mañana siguiente, coge el pulverizador que preparaste (vinagre y agua). Rocía toda la pasta seca dentro del horno. Al contacto con el vinagre, la pasta reaccionará con una suave efervescencia.
Paso 5: Retirar la suciedad Utiliza un estropajo suave (la parte verde no muy áspera) o un paño para retirar la pasta. La grasa se habrá despegado y saldrá con mucha facilidad. Limpia los restos con un paño húmedo hasta que el interior quede reluciente.
Un truco rápido para las rejillas
Las rejillas y bandejas suelen ser lo más difícil. Para no frotar, prueba esto:
- Pon las rejillas en la bañera o en un barreño grande.
- Cúbrelas con agua muy caliente.
- Añade una pastilla de lavavajillas o una buena taza de detergente de lavavajillas.
- Deja en remojo por lo menos 4 horas. Al retirarlas, la grasa se habrá desprendido.
Conclusión:
¡Ya lo tienes! La próxima vez que veas tu horno lleno de restos, recuerda que tienes el poder de limpiarlo a fondo y sin químicos peligrosos, usando solo productos básicos de despensa. Este método de limpiar el horno muy sucio es tu mejor aliado.
Y recuerda, si quieres mantener tu casa reluciente con ingredientes naturales, ya tienes un buen repertorio: 10 trucos con vinagre y el método para desatascar tuberías.
